NO LO HABÍA MIRADO
No lo había mirado y nuestros pasos
sonaban juntos.
Nunca escuché su voz y mi voz iba
llenando el mundo.
Y hubo un día de sol y mi alegria
en mi no cupo.
Senti la angustia de cargar la nueva
soledad del crepúsculo.
Lo senti junto a mí, brazos ardiendo,
Limpio, sangrante, puro.
Y mi dolor, bajo la noche negra
entró en su corazón.
Y vamos juntos.
(Neruda, Pablo. Crepusculário. L&PM Pocket, pág. 100)
11.8.08
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Um comentário:
lindo!!
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